18 Feb
18Feb

Hace poco les contamos la historia de Las Lomas de La Florida, y cómo su naturaleza e historia fue desapareciendo con el paso del tiempo. Sin embargo, en el Cerro La Loma, aún queda un paño de naturaleza que vale la pena rescatar. 

Desde que se formó el campamento en La Loma en los años 70's, la mitad norte del cerro había permanecido de una u otra manera como un área natural. Con unos cuantos senderos que conectaban las casas de la avenida Walker Martínez con la nueva población en el cerro, y una cancha de fútbol en la parte alta y más plana, que atraía el deporte y la vida de barrio entre lxs vecinxs de las chacras alrededor del cerro. 

Área Natural del Cerro La Loma (Vista Actual hacia el oriente)

El paisaje durante los 80’s y 90’s era de un cerro rocoso con Espinos y Romerillos en la parte alta, y la parte baja con el Canal de Las Mercedes que bordeaba el cerro, rodeado de plantaciones de Eucaliptus, plantación que más adelante lxs vecinxs de las villas cercanas conocerían como “El Bosque”. Desde el año 2000, la plantación de Eucaliptus sería talada y la mitad norte del cerro sería completamente deforestada para dar paso a la instalación de faenas, que ya en el 2008 tendría casi todo el lado norte del cerro lleno de casas pareadas de precio ABC1. 

Lo que les “sobró” fue cubierto con rellenos de la construcción, tierra removida y escombros. El terreno natural que aún quedaba, quedó abandonado y a su suerte, lo que provocó que durante años se llevaran toneladas de desechos para ser arrojados al lugar. Además de los subsecuentes incendios forestales que azotarían año a año desde que se terminó de construir el proyecto inmobiliario. 

Escombros y basura en el Cerro La Loma (Agosto 2014)

Abandonado, quemado y lleno de basura, distaba ya de el parque natural con agua corriendo y plantaciones de Eucaliptus que lxs vecinxs recordaban. Pese a todo, aún habían senderos que conectaban el extremo norte con la ahora Villa Las Lomas, ya que sus habitantes habían sido segregados y encerrados en su propia población, por las ordenes clasistas de las inmobiliarias y sus títeres políticos locales. Sin embargo, no pasó mucho tiempo para que la comunidad organizada decidiera echar abajo las panderetas y tener acceso al parque poniente, y a las calles nuevas y tener así conectividad vial. 

El sitio natural, desde principios de la década del 2000, había quedado abandonado, acumulando basurales y siendo quemado año tras año. Sin embargo con un gran potencial de parque natural que era cosa de tiempo para que se tomara en cuenta. 

Antiguo acceso a cerro (Agosto 2014)

La revolución estudiantil del 2011 provocó un despertar social que logró que muchas comunidades se organizaran y a comienzo de esa década, se crearan muchos colectivos y organizaciones medioambientales. Una de esas organizaciones puso sus ojos en el cerro y por medio de jornadas de trabajo comunitario con vecinxs del sector y de la comuna, proyectaron un Parque Natural en el extremo norte de La Loma, lo que comenzó a conocerse como “El Cerrito”. El proyecto incluía la reforestación con especies nativas y frutales, además de la implementación de huertos familiares y espacios para la educación ambiental y otras actividades, habiendo limpiado toneladas de basurales y escombros en tan solo unos meses. Lamentablemente, el sueño colectivo que comenzaba a mediados del 2014, fue aplastado por la maquinaria y los privados, que habían abandonado el cerro por décadas, lleno de basura, escombros e incendios. La empresaria de la educación y amiga personal del dictador Pinochet, Filomena Narvaez, no pudo soportar que la comunidad le diera vida a “su jardín” y mandó a cerrar el cerro, pisoteando con camiones las flores plantadas por lxs vecinxs. 

Comparativa de acceso a El Cerrito entre Septiembre de 2014 y Enero 2021

Tras esto, el proyecto “El Cerrito” se trasladó al sector poniente, que esta vez sí era de bienes nacionales y no de privados. Con el tiempo se han plantado árboles nativos y algunxs vecinxs aún van a regar con bidones. 

Sector Poniente del Cerro La Loma (Vista Actual)

Con la Revuelta Popular del 2019, una vez más nacieron nuevas asambleas y colectivos que además del aspecto social y político, pusieron también sus patitas en el barro para trabajar la tierra. Así es como en el último año han nacido dos bellos huertos urbanos, esta vez en el sector medio del Cerro La Loma, dónde está atravesado por la Calle Santa Julia. 

La Huerta La Revuelta nace a finales de Septiembre del 2020, en parte por la necesidad de la Crisis SocioSanitaria de la pandemia de Coronavirus, de la mando de AG Cordillera, colectivo local de lxs vecinxs de La Loma, que buscan con esta huerta abastecer las ollas comunes que se han levantado por la necesidad ante el abandono del Estado en esta crisis global. 

Huerta La Revuelta

En octubre del 2020, cercano al aniversario de la Revuelta Popular, comienza a gestarse la Chacra Maleza Silvestre, que tras limpiar un gran basural en la parte baja del cerro, aprovecharon el espacio para crear una pequeña pero hermosa chacra donde brotan las milpas de Zapallo y Choclo, y también amarantos y girasoles. Esta nueva intervención va de la mano de la Asamblea Feminista Malezas Silvestres, una asamblea Antipatriarcal de mujeres y disidencias que nace también al calor de la Revuelta de Octubre.

Chacra Maleza Silvestre

El espacio natural que queda en el cerro, aún tiene un gran potencial de convertirse en un gran parque para la comuna completa y cada una de las asambleas, colectivos e individualidades que activan en el territorio, ponen una gotita de agua para regar esa semilla de poroto que ya fue plantada hace unos 7 años. Pese a todo el impacto negativo que ha tenido el cerro durante las últimas décadas, el bosque aún se conforma como un ecosistema. Hay muchos árboles que han sido plantados históricamente en el territorio, además de los Eucaliptus y Acacios, también ha habido intentos de reforestación con Brachicitos y nativos como Quillayes en la parte alta cercana a las casas. Pero también hay árboles que han crecido de manera silvestre. Muchos introducidos como los Peumos Europeos, Moreras, Zarzamoras y Ciruelos, pero también hay especies nativas como los Romerillos, Espinos y Palquis principalmente, sumado a un solitario Litre y un solitario Maitén que de a poco crecen, sin ayuda nada más que de la naturaleza. 

Codorniz en El Cerrito

En cuanto a la fauna presente en este espacio natural, entre pequeños roedores y lagartijas, lo que más se puede destacar es la gran diversidad de aves. A lo largo de estos años, lxs observadorxs de aves han visto especies tan comunes como Tórtolas, Zorzales, Chincoles, Tiuques, Queltehues y Cotorras Argentinas, como también otras especies que son más raras de ver en medio de la ciudad, como Codornices, Chunchos, Diucas, Loicas, Tordo y Cernícalos, entre muchas otras más en una lista de al menos unas 22 especies. 

Chuncho en el Cerrito

El Cerro La Loma, como espacio natural, aún tiene mucho que ofrecer, una gran biodiversidad, un espacio de encuentro y organización, y un lugar para ver desde lo alto, como avanza la historia del territorio.