29 Oct
29Oct

Al caminar por el Bosque Panul, te puedes encontrar con diversos objetos y artefactos qué no queda del todo claro qué significan. Algunos parecen muy antiguos y otros bastante recientes. Todo aquél que haya caminado un buen rato por el Bosque y que haya llegado hasta sus lugares más altos, como lo es el Sendero de Chile, se habrá encontrado con uno de estos extraños artefactos del bosque, La Blanca Nieves.

A primera vista, este extraño altar pareciera ser un altar religioso, con una típica estatuilla de una virgen católica. Sin embargo al acercarse a este bien amoblado lugar de descanso, nos encontramos que la estatuilla es nada más y nada menos que la figura de Blanca Nieves, aquél clásico personaje de cuentos del Siglo XIX, cuya silueta fue inmortalizada en los años 30’ por la película animada de Walt Disney. Este lúgubre encuentro puede parecer culturalmente bizarro y hasta tenebroso si te la encuentras de noche por primera vez sin saber qué es, sin embargo es posible que tenga un origen un poco más noble.

Durante años ha estado la duda sobre su origen, sobre todo los últimos años en que cada vez más gente acude a este bosque, convertido de a poco en parque por quienes lo visitan. Sin embargo, por mucho esfuerzo que se haga en preguntarle a lxs visitantes que descansan en las bancas junto a la estatuilla, nadie sabe dar una respuesta certera. Hay quienes especulan que la estatuilla está ahí como una “Patrona” del bosque, una protectora que se encuentra en la parte alta mirando lo que pasa a sus pies. Pese a que no existe una precisión al respecto, puede haber algo de cierto en esta creencia y sin querer, haber acertado.


Blanca Nieves, año 2012. El letrero aún no decía "I'm Not Fool".


La historia que conocemos en la actualidad como el posible origen de la Blanca Nieves del Panul, se desprende de un trabajo universitario en el cual, hace algunos años, estudiantes de la carrera de Antropología de una prestigiosa universidad chilena, buscaban develar registros de la Minería Popular en el contrafuerte cordillerano de Santiago de fines del Siglo XIX. Esta tarea de estudiantes de 3er año, si bien no tiene que ver directamente con la famosa Animita del Bosque, incluye una historia y testimonios desde los cuales se desprende el origen de la estatuilla.


La Historia de Blanca Nieves

Corría finales del Siglo XIX y lo que hoy conocemos como Bosque Panul estaba dividido en principalmente dos fundos: al Sur la Viña de Rojas, propiedad de Francisco de Rojas; y el Panul al norte, que a su vez era el sector oriente del Fundo de Cañas, adquirido recientemente por Carlos Walker Martínez. Este último fue un personaje clave en la historia de La Florida y también parte de la historia de Chile ya que fue un respetado aristócrata y parlamentario conservador.


Acercamiento a la estatuilla, año 2014.

Carlos Walker Martínez, casado con Sofía Linares, tuvo 8 hijos, la que protagoniza esta historia es su hija menor. A temprana edad, la menor de su camada, le gustaba mucho ir al fundo de su padre, recorrer el bosque, oler las flores de Añañuca que crecían con abundancia y perseguir Chincoles y Jilgueros que volaban por doquier. Al ser su padre un político muy ocupado, generalmente era su madre Sofía quien la acompañaba al bosque y allí era recibida por sus sirvientes e inquilinos que administraban el fundo, como don Wenceslao y su señora esposa quienes la cuidaban cuando doña Sofía debía ausentarse. La relación de esta niña con el bosque era muy estrecha y por lo general prefería que sus sirvientes la llevaran a caballo al bosque antes que estar en su fría casa en el centro de Santiago.

A la edad de 7 años le tocó presenciar uno de los hechos más crudos de la historia de Chile, La Matanza de Lo Cañas. Un grupo de jóvenes conservadores golpistas, junto con campesinos y artesanos habitantes del sector, fueron mandados por su padre Carlos Walker Martinez a intentar volar el Puente del Maipo y así cortarle el paso al ejército liberal de Balmaceda, esto en plena Guerra Civil de 1891. El grupo sin entrenamiento militar y con escasas armas, que se reunía en la propiedad de Carlos Walker, fueron delatados y al enterarse el ejército, acorraló a los golpistas en el Panul y dio muerte a decenas de personas, incluidos capataces y peones del fundo.


Óleo de Enrique Lynch que representa los fusilamientos de la Matanza de Lo Cañas.


Si bien su hija no estuvo presente en la matanza en sí, observaba desde Santiago cómo el bosque se quemaba por el incendio provocado por el ejército al quemar las casas del fundo. El lugar donde había pasado toda su infancia se desvanecía en cenizas. No pudo contener las lágrimas al pensar en la cantidad de animales que estaban muriendo en ese lugar.

A la edad de 15 años, su recuerdo de la tragedia seguía vivo pero ahora más informada de los acontecimientos y con un criterio político ya formado. Ella se convertiría en una Liberal contraria a las políticas conservadoras que su familia defendía, por lo que la llevo a ser despreciada por su padre y sus hermanos. Asqueada por la opresión de su familia, decide irse a vivir a la hacienda de Lo Cañas y manda a construir una casa en el sector alto junto a la vertiente, lugar conocido en ese entonces como “Panul”, allí comenzó una vida más sencilla, dentro del contexto aristócrata en el que vivía. Aunque ya había pasado casi una década desde el incendio, quiso ayudar al bosque a recuperarse, plantando árboles cerca de la hacienda. Usando la fortuna familiar, ayudó a los agricultores locales, protegiendo a pobres y desamparados, dándoles refugio, comida y abrigo. Además, permitió el paso de pirquineros hacia las quebradas y tierras más altas, y ayudó a organizarse a los llamados “Cavadores de las Minillas” que habían sido prohibidos a principios del siglo XX en la precordillera de Santiago.


De cerca se puede apreciar que ha sido parchada y reparada varias veces.


Este importante pero olvidado personaje de la historia de La Florida se llamaba Nieves Walker Linares y falleció de causas naturales a mediados de los años 60. Los estudiantes de Antropología entrevistaron a decenas de personas relacionadas con el territorio, antiguos habitantes de Lo Cañas, Arrieros y Huasos del sector, etc. Al menos 5 personas reconocieron la historia de la Sra Nieves y se refirieron a ella como filántropa y una buena persona que ayudó a algún familiar o conocido.

Uno de los testimonios más importantes es este: “Mi abuelo era pirquinero, trabajaba pa’ un patrón que lo trataba re mal. Un día el patrón se enojó y le pegó un balazo, lo salió persiguiendo. La Sra Nieves lo encontró y le curó la herida, gracias a eso mi familia existe. Mi papá compró en Puente Alto una estatua de la Blanca Nieves, porque así le decían de cariño algunos, y la puso en el bosque en su honor después que ella murió”.

Estos relatos ayudaron a reconstruir la historia de los pirquineros, pero también, sin quererlo, a revivir la historia de Nieves Walker y su relación con el Bosque Panul. La estatuilla fue originalmente instalada en el pórtico de la casa donde ella habitaba, sin embargo, fue desechada en los años 70’s cuando la Dictadura Cívico-Militar cambiaría los dueños del fundo y, entre arreglos y remodelaciones del terreno, la estatuilla desaparecería por varias décadas.


Blanca Nieves en la Nieve, Junio del 2017.


En el año 2001 la Fundación Senderos de Chile construye un tramo del sendero en el Bosque Panul y propone como inició del sendero un espacio de descanso, con escalones de piedra y bancas de madera, casi con la forma de un Altar, rodeado de Litres, Quillayes y Bollenes. Fue en esta época más o menos en que Don Luis, un conocido habitante del sector de Santa Sofía de Lo Cañas, encontró la estatuilla original, probablemente sin saber su origen, en recovecos recónditos de la quebrada y decidió repararla con cinta adhesiva e instalarla en este sitio del Sendero de Chile: “El altar de la Blanca Nieves”, coronando el lugar.

La estatuilla original era de yeso y se deterioró con las lluvias y el constante mordisqueo de Degús y otros roedores silvestres. Con el tiempo la estatuilla terminó por romperse y la historia fue olvidada con el tiempo. Ha sido reparada con cinta adhesiva varias veces, pero simplemente por respeto a su existencia y desconociendo el verdadero origen de su historia.


Blanca Nieves deteriorada y mordida por roedores, Año 2017.


La Nueva Blanca Nieves

La Blanca Nieves del Bosque Panul, se volvió en muy poco tiempo en un hito muy importante para quienes lo visitan, es quizás uno de los sitios de referencia más conocidos del bosque y sin duda que es algo anormal que no existe en ningún otro lugar, una animita que no es animita y una estatuilla con una historia desconocida.

En los últimos años, ya sea por el reconocimiento a la historia de Nieves Walker Linares o simplemente por la leyenda que se construye socialmente respecto a su origen, es que la gente ha comenzado a ofrendar distintas cosas, como si fuese una animita que cumple deseos, y cuenta con distintas imágenes religiosas, tanto cristianas como de otras creencias, así como ofrendas de todo tipo.


Estatuilla nueva a los pocos días de ser instalada. Al lado está la original deteriorada

Fue aproximadamente a finales del año 2017 que la estatuilla original terminó por destruirse (aunque parte de ella aún está en el lugar) y que fue reemplazada por una nueva Blanca Nieves, hecha a mano en arcilla. Un gran cariño, ya sea al bosque mismo o a la historia de Nieves, llevó a que un alma anónima ofrendara un nuevo icono, para que la historia no se olvide y el hito permanezca.

Blanca Nieves es hoy un lugar de descanso, una parada obligada en la ruta del ciclista o el objetivo al que llegar del caminante, es además el punto desde donde parten senderos que te llevan más lejos aún en la precordillera. Pero también es un lugar de historias, un lugar de leyendas, de creencias, de recuerdos y de significado. La Blanca Nieves es un lugar el cual lxs mismxs visitantes fueron transformando en un importante sitio patrimonial, que vale la pena cuidar y preservar.

Blanca Nieves en la Actualidad (Febrero del 2021).